Los Tótems Ortogonales están inspirados en la nostalgia del Modernismo. En la  búsqueda de un equilibrio primordialmente geométrico cuyo ritmo compositivo obedece a siluetas compuestas por figuras que aun siendo diferentes son complementarias.

 

Los diseños de las esculturas parten del mismo patrón, difiriendo en algunos de sus volúmenes, como en el caso de la parte superior o inferior de las mismas. Mi obra es narrativa, en El abrazo, el ente se divide visualmente en dos: dos elementos que emergen en el tope y dos pares de extremidades inferiores unidos por un tronco. El tronco representa ese instante, ese momento a veces infinito que solo existe cuando es compartido.

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